La historia del ataque cardíaco de Ronald
may. 28, 2019La caminata semanal del domingo por la mañana de Ronald Felstead se detuvo repentinamente. Súbitamente se desmayó y dejó de responder.
Más tarde se enteró de que estaba en paro cardíaco y que la tercera fue la vencida, ya que hubo tres diferentes grupos para ayudarlo a volver a la vida.
La ayuda primero vino de un par de amigos que estaban caminando detrás de él. Lo encontraron insensible e inmediatamente llamaron al 9-1-1 para pedir ayuda e iniciaron la RCP con compresiones torácicas.
El segundo grupo fue el Departamento de Bomberos de Phoenix, quienes encontraron a Ronald sin reponder a los intentos de sus amigos y tomaron el control. Lo dieron tres choques eléctricos para restablecer un ritmo cardíaco.
El tercer grupo fue el equipo de médicos de la sala de emergencias del Abrazo Arizona Heart Hospital, el cardiólogo Robert Strumpf y las enfermeras que inmediatamente estabilizaron a Ronald. Se insertó un stent para abrir la arteria bloqueada de Ronald y se le indujo un coma médico a medida que se le enfriaba el cuerpo para preservar la función cerebral después del paro cardíaco. Durante los siguientes días, se le calentó lentamente y recuperó la conciencia.
Su memoria estuvo un poco nublada por un tiempo, pero se ha recuperado por completo. Ronald, antiguo propietario de un negocio de limpieza en seco durante 30 años, no tenía antecedentes de problemas cardíacos. Un coágulo se desprendió y le provocó un ataque cardíaco.
Por seis meses después de ser dado de alta del Abrazo Arizona Heart Hospital, frecuentó el hospital para el acondicionamiento cardíaco, entrenar en una banda caminadora y en bicicleta durante 45 minutos a una hora en cada visita.
Ronald está agradecido con todos los que lo ayudaron a sobrevivir.
“Mi atención en el Abrazo Arizona Heart Hospital fue extraordinaria”, comentó. “Son simplemente increíbles, una actuación de primera”.
Ahora, dos años después, Ronald se considera afortunado de estar vivo. Camina todos los domingos con sus amigos, trabaja tiempo completo para la empresa de construcción de su hijo y trabaja en la Fundación Mesa HoHoKam.
Últimamente, ha estado viniendo dos o tres veces al año para hacerse un electrocardiograma y que el Dr. Strumpf revise su arteria carótida. Ronald está tomando medicamentos para la presión arterial y un anticoagulante.
Hoy, este hombre de 69 años se empeña en mantener su corazón bajo control. “Ahora estoy más en sintonía con mi cuerpo", dice Ronald.