Krister Terito, paciente cardíaco y de emergencias, Abrazo Peoria Emergency Center y Abrazo Arrowhead Campus

A sus 45 años, Krister Terito es un ávido ciclista. Está físicamente en forma y no tiene antecedentes familiares de enfermedades cardíacas. Así que cuando se despertó con dolor de hombro una mañana de agosto, asumió que simplemente desaparecería por sí solo. 

“Sentí algo de dolor en mi hombro izquierdo y comenzó a irradiarse hacia mi pecho”, recuerda Krister. "Volví a la cama por un tiempo, fui a dar un paseo y desayuné con mi familia".

Krister comenzó a trabajar en el patio y comenzó a sentir sudor y náuseas. Fue entonces cuando supo que algo andaba mal. 

“Empecé a sudar frío, como si fuera una gastroenteritis, así que entré”, dice. "Mi esposa buscó mis síntomas en línea y dijo que pensaba que estaba teniendo problemas cardíacos".

Los Terito llevaron a sus hijos a la casa de sus abuelos y fueron al Abrazo Peoria Emergency Center. Krister estaba preocupado por su salud, pero también por cuánto tiempo tendría que esperar antes de poder ver a un médico.

“No quería ir a la sala de emergencias del hospital porque pensé que me sentaría allí durante cinco horas”, recuerda. "Dos minutos después de entrar por la puerta de la sala de emergencias, estaba en una cama siendo monitoreado".

Resulta que Krister no tuvo otro minuto de sobra: cinco minutos después de cruzar la puerta, tuvo un ataque cardíaco masivo.  

“Me transfirieron al Abrazo Arrowhead Campus y me resucitaron dos veces antes de que pudieran llevarme a cirugía", dice. "Los médicos colocaron un stent con medicamento y estuve en el hospital durante cuatro días".  

Krister se recuperó rápidamente pero todavía está sorprendido de que le haya pasado algo como esto. 

Mi ataque al corazón fue una completa sorpresa", dice, “especialmente porque recientemente me hice un examen físico anual y no se encontró nada fuera de lo común.
“Mi enfermera de la sala de emergencias fue realmente increíble, y el personal del hospital fue muy útil y servicial”, dice. "Ahora voy tres veces a la semana a rehabilitación cardíaca en el Abrazo Arrowhead Campus para hacer ejercicio. Me siento muy bien”.