Abril Stovall, guardería de cuidado especial del Abrazo Arrowhead Campus

Pocas cosas en la vida te hacen sentir tan indefenso como estar inseguro del futuro de tu hijo. Para Abril Stovall, esta incertidumbre comenzó mucho antes de que su hija naciera. 

Madre de dos hijos, Abril nunca antes había experimentado problemas graves con sus embarazos. Su hijo nació a las 36 semanas pero estaba perfectamente sano cuando llegó. Con su tercer bebé, Abril sabía que algo era diferente. 

“Tuve problemas desde que tenía tres meses”, recuerda Abril. “Tenía contracciones y muchas náuseas matutinas. Las contracciones desaparecieron y mejoré, pero a las 29 semanas tuve sangrados ligeros y contracciones. Y luego comencé a dilatar".

El personal del Abrazo Arrowhead Campus es muy amable. Explican las cosas antes de que una haga las preguntas.
Abril fue directamente al Abrazo Arrowhead Campus, donde los médicos comenzaron inmediatamente el tratamiento para detener su trabajo de parto. Tuvieron éxito y Abril permaneció en el hospital durante cuatro días antes de irse a casa. Ella estaba en reposo en cama, pero unas semanas más tarde, nuevamente inició el trabajo de parto. Ella sabía exactamente adónde ir. 

“A las 33 semanas, empecé un parto prematuro y fui al Abrazo Arrowhead Campus”, dice. “Mi hija, Isalin, nació el 15 de septiembre. La llevaron a la UCIN para recibir atención especializada y ahora la visito dos veces al día. No puedo esperar hasta que Isalin esté lo suficientemente bien como para volver a casa”.

Isalin está avanzando bien, cada vez más sana y fuerte. Todavía tiene algunos problemas, pero Abril se siente segura porque sabe que su hija está recibiendo la atención especializada que necesita. Tener un hijo en cuidados intensivos es difícil pero la comunicación en Arrowhead hace que una situación difícil sea un poco más fácil.

“Tan pronto como entro, todos son muy amables”, dice Abril. “Me explican las cosas antes incluso de que haga las preguntas. El personal del Abrazo Arrowhead Campus es genial”.