Cómo entender la enfermedad de las arterias coronarias
Se ha escrito mucho sobre la enfermedad de las arterias coronarias, sin embargo, con frecuencia se malinterpreta la enfermedad.
El Dr. Ayman Jamal, cardiólogo intervencionista del Abrazo Arizona Heart Hospital, arroja luz sobre la forma más común de enfermedad cardíaca, que afecta a aproximadamente a 15 millones de estadounidenses y es una de las principales causas de muerte en todo el mundo.
¿Qué es la enfermedad de las arterias coronarias?
En términos simples, la enfermedad de las arterias coronarias (también llamada enfermedad cardíaca coronaria) es una acumulación de placa en las arterias que restringe el flujo de sangre rica en oxígeno y nutrientes al corazón. La acumulación de placa podría romperse, lo que puede resultar en un ataque cardíaco o una muerte cardíaca repentina.
La enfermedad cardíaca es la principal causa de muerte para mujeres y hombres en todo el mundo. En los Estados Unidos, la enfermedad de las arterias coronarias provoca aproximadamente 370,000 muertes cada año, según el National Heart, Lung and Blood Institute.
¿Cómo se desarrolla la enfermedad de las arterias coronarias?
La enfermedad de las arterias coronarias se desarrolla con el tiempo; los depósitos que contienen colesterol graso se acumulan y estrechan las paredes del vaso sanguíneo, lo que reduce el flujo sanguíneo al corazón. Esta formación gradual de placa se denomina aterosclerosis, endurecimiento o estrechamiento de las arterias. Cuando la placa continúa acumulándose, puede reducir el flujo sanguíneo al corazón y a los demás órganos principales del cuerpo. La placa también se puede romper creando un bloqueo del suministro de sangre al corazón, también conocido como un ataque cardíaco.
Contrario a la creencia popular, la placa puede comenzar a formarse a una edad temprana y puede empeorar con el tiempo.
¿Cuáles son los síntomas comunes de la enfermedad de las arterias coronarias?
Con frecuencia se conoce a la enfermedad de las arterias coronarias como el asesino silencioso, ya que los síntomas pueden pasar desapercibidos.
Algunos desencadenantes comunes de la enfermedad son:
- Dolor torácico, o angina de pecho, que puede durar unos segundos u horas. La angina también se puede caracterizar por una pesadez o presión en el pecho, o una sensación de dolor, ardor, entumecimiento o compresión. Con frecuencia este dolor viene con una sensación de pesadez, lo que hace que algunas personas confundan los síntomas de la enfermedad con acidez estomacal o indigestión. Las personas con angina generalmente experimentan estos síntomas en el pecho, aunque también se pueden sentir en el hombro izquierdo, brazos, cuello, espalda o mandíbula.
- Dificultad para respirar. La falta de aliento podría ser una señal de advertencia de un ataque cardíaco; la dificultad para respirar también podría indicar un problema con las válvulas cardíacas.
- La fatiga, el dolor en las extremidades, las náuseas y el dolor en el pecho pueden indicar un bloqueo de las arterias que puede provocar un ataque cardíaco.
- Palpitaciones, un latido cardíaco más rápido de lo normal o una sensación de estremecimiento en el pecho provocada por un latido cardíaco anormal.
- Debilidad, mareos o sudoración.
¿Qué pasa con las mujeres y la enfermedad de las arterias coronarias?
Otro concepto inapropiado común sobre la enfermedad de las arterias coronarias es que es una enfermedad del hombre. Eso no podía estar más lejos de la verdad. De hecho, la enfermedad de las arterias coronarias es la principal causa de muerte para las mujeres en todo el mundo, según el American College of Cardiology. En conjunto, más mujeres mueren de enfermedades cardíacas que de cáncer, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, Alzheimer y accidentes; combinados. En los Estados Unidos, la American Heart Association informa que una de cada tres mujeres muere de enfermedad de las arterias coronarias cada año. Eso es aproximadamente una mujer por minuto.
El problema es que las mujeres no consideran la enfermedad cardíaca como una amenaza y no conocen sus causas, síntomas (que se presentan de manera diferente que en los hombres) o cómo prevenirla.
Al igual que los hombres, las mujeres con colesterol alto, presión arterial alta u obesidad son propensas a la enfermedad de las arterias coronarias. Otros factores de riesgo para las mujeres son el estrés mental y la depresión, la inactividad y complicaciones del embarazo. La menopausia también es un factor de riesgo, y los hallazgos de una investigación reciente publicada en la revista JAMA Cardiology indican que las mujeres que ingresan a la menopausia temprano (menores de 45 años cuando comienza la menopausia) pueden tener un mayor riesgo de enfermedades cardíacas y muerte prematura.
La diabetes y el tabaquismo también ponen a las mujeres en riesgo de tener la enfermedad de las arterias coronarias y en mayor grado que los hombres. Las enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide o el lupus son factores adicionales de riesgo.
Junto con estas diferencias están los síntomas, que con frecuencia son mucho menos graves en las mujeres en comparación con el dolor torácico devastador sentido por los hombres con la enfermedad de las arterias coronarias.
El síntoma más común en las mujeres es dolor, presión o malestar en el pecho, aunque algunas pueden experimentar solo dolor abdominal superior. En general, las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de tener síntomas atípicos, como dolor en el cuello, mandíbula, hombro, parte superior de la espalda o molestias abdominales que no están relacionadas con el dolor torácico, además de dificultad para respirar, fatiga, náuseas y otros síntomas semejantes a los hombres. Pueden describir su dolor torácico como presión u opresión, posiblemente porque pueden tener obstrucciones en las arterias más pequeñas que suministran sangre al corazón.
¿Cómo se diagnostica la enfermedad de las arterias coronarias?
Dependiendo de los síntomas, la historia clínica y los factores de riesgo, su médico puede ordenarle un examen físico y a una serie de pruebas.
Por ejemplo, los análisis de sangre ayudan a verificar marcadores como el colesterol, la glucosa, los lípidos, el fibrinógeno y la proteína C reactiva para determinar las posibilidades de enfermedad de las arterias coronarias. Un electrocardiograma (EKG o ECG) verifica la actividad eléctrica anormal del corazón.
Un ecocardiograma muestra en imágenes en tiempo real los aspectos estructurales del corazón mientras bombea sangre. También hay una prueba de esfuerzo para determinar el nivel de tensión que el corazón puede soportar bajo presión física. Un angiograma por tomografía computarizada cardíaca (CCTA) mide los depósitos de calcio y visualiza las arterias coronarias.
Y la angiografía coronaria utiliza un catéter para liberar tinte de color en el torrente sanguíneo y, con la ayuda de una radiografía especial, visualizar el flujo de sangre a través de los vasos sanguíneos.
¿Cómo se trata la enfermedad de las arterias coronarias?
Para los millones de estadounidenses con enfermedad de las arterias coronarias, las opciones de tratamiento son más prometedoras que nunca. Esto se debe a que los avances en la tecnología y los nuevos procedimientos están ayudando a las personas que tienen la enfermedad a vivir mejor y más saludablemente.
Una serie de medicamentos pueden ayudar a controlar los factores de riesgo de la enfermedad de las arterias coronarias, como la presión arterial, el colesterol y la diabetes. Entre ellas se encuentran las estatinas que ayudan a reducir el colesterol y prevenir la formación de placa. Los bloqueadores de la angiotensina y los betabloqueadores se utilizan para tratar la presión arterial alta y reducir la frecuencia cardíaca. Y los nitratos y la nitroglicerina podrían ser recetados para el dolor torácico.
En algunos casos, se puede recomendar un procedimiento. El procedimiento más común para abrir las arterias bloqueadas es la angioplastia y la colocación de un dispositivo llamado stent. Tradicionalmente, los stents se han hecho de metal y son implantes permanentes en el cuerpo. Sin embargo, a principios de este año, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. aprobó un stent absorbible, primero en su tipo hecho con materiales que se disuelven naturalmente semejantes a las suturas que se disuelven.
El nuevo stent absorbible abre las arterias obstruidas para restaurar el flujo sanguíneo y luego se disuelve gradualmente en el cuerpo, reduciendo el riesgo de futuros bloqueos que podían ocurrir con los stents metálicos. Los stents desaparecen del cuerpo en tres años, dejando solo dos pares de pequeños marcadores metálicos en la arteria para indicar dónde se colocó el dispositivo.
El Abrazo Arizona Heart Hospital y el Abrazo Arrowhead Campus se encuentran entre los pocos hospitales de Arizona y de la nación que utilizan este innovador dispositivo. El Abrazo West Campus empezará el uso del dispositivo en los próximos meses.
Otro procedimiento realizado para tratar la enfermedad de las arterias coronarias es una cirugía llamada injerto de derivación de arteria coronaria o IDAC. Se inserta un vaso sanguíneo sano (llamado injerto) en la aorta y se une a la arteria coronaria bloqueada de manera distal a la obstrucción, lo que restaura el flujo sanguíneo normal al corazón.
¿Qué medidas se pueden tomar para prevenir la enfermedad de las arterias coronarias?
Al igual que con muchas otras formas de enfermedades cardíacas, el estilo de vida es un factor que contribuye a la enfermedad de las arterias coronarias.
La mejor manera de mantener la enfermedad a raya es seguir una dieta baja en grasas, sal y azúcar, y alta en frutas y verduras. Haga ejercicio todos los días para mantener el peso bajo control. Evite (o deje de fumar), busque maneras de controlar el estrés y trate condiciones como la diabetes y la presión arterial alta.
El Dr. Ayman Jamal es cardiólogo intervencionista en el Abrazo Arizona Heart Hospital.
Descargo de responsabilidad: El Dr. Ayman Jamal es un médico independiente y no es un empleado, agente ni representante del Abrazo Arizona Heart Hospital. Es el único responsable de la prestación de sus servicios médicos a los pacientes.