Investigación: Hábitos saludables, un elixir para las personas con riesgo de cardiopatía genética
Solía ser una conclusión inevitable que las personas con antecedentes familiares de enfermedades cardíacas también se convertirían en víctimas de enfermedades cardíacas. Pero un estudio reciente entre 55,000 personas está demostrando algo distinto.
Por el contrario, las personas con un alto riesgo de enfermedades cardíacas tienen el poder de cambiar su destino simplemente adoptando un estilo de vida saludable para el corazón, sin fumar y con una dieta rica en frutas y verduras, junto con ejercicio moderado. Los especialistas cardiovasculares pueden ayudar a los pacientes a obtener control sobre el problema, incluso si les tocaron malas cartas genéticas.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, las enfermedades cardíacas son la principal causa de muerte en hombres y mujeres en los Estados Unidos. El tipo más común, la enfermedad coronaria, es responsable de alrededor de 365,000 muertes en los Estados Unidos cada año, dicen los CDC.
Si bien los genes pueden duplicar el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, los investigadores del Massachusetts General descubrieron que un estilo de vida saludable para el corazón puede reducir el riesgo a la mitad. Del mismo modo, una mala alimentación y un estilo de vida sedentario pueden borrar aproximadamente la mitad de los beneficios de una buena genética, según el estudio.
“Los números hablan por sí mismos", dijo el Dr. Timothy Byrne, director médico de mercado de cardiología intervencionista en el Abrazo Arizona Heart Hospital".
Los hallazgos llegan después de aproximadamente un año y medio de analizar datos de cuatro grandes estudios que contenían información sobre la genética de los participantes, junto con los estilos de vida de quienes habían desarrollado enfermedades cardíacas. Cada participante recibió una puntuación con base en 50 genes asociados con las enfermedades cardíacas, junto con una puntuación total en factores de estilo de vida, incluido el ejercicio, el tabaquismo, el peso y una dieta saludable.
Más información sobre el estudio está disponible en un artículo reciente publicado en el New York Times.