Historia del dolor en el pecho de Brooke

may. 28, 2019

Despertando con un devastador dolor torácico, Brooke recibe atención especializada del corazón que proporciona alivio inmediato.

Un día de noviembre, Brooke Haack se despertó con un dolor devastador en el pecho.

“Sentí como si un elefante estuviera sentado en mi pecho", dice. El dolor comenzó a desvanecerse pero más tarde regresó.

Al principio, trató de racionalizarlo. “Estaba muy cansada, me faltaba energía y estaba simplemente decaída”, dice. Tal vez es sólo el estrés o la ansiedad, pensó.

Pero la mujer de 44 años no quería correr ningún riesgo y decidió ver a su médico de atención primaria. Estaba preocupada por los antecedentes familiares de enfermedades cardíacas.

Treinta años antes, a la edad de solo 14 años, Brooke se enteró de que necesitaba prestar atención a su salud. Su padre acababa de someterse a una triple derivación cardíaca, por lo que sus médicos sugirieron que Brooke y su hermana se hicieran algunas pruebas médicas.

“Mi hermana se libró, pero yo no”, dice Brooke. Descubrió que su nivel de colesterol en ayunas era alarmantemente alto, más del doble incluso de lo que se considera límite alto.

Ella siguió una estricta dieta: sin huevos, queso ni cerdo. “No comer queso fue devastador”, recuerda Brooke. “Estaba en una edad en la que era importante ser como todos los demás”.

Probó diferentes tipos de medicina, incluso una que sabía a goma de borrar.  Todo eso la llevó a tener que mantenerse con una dosis máxima de medicamentos para el colesterol durante años.

Y luego vino el susto del corazón de noviembre.

Brooke Haack's Photo

Un electrocardiograma de esfuerzo no mostró nada anormal. Pero los recurrentes dolores de pecho continuaban, dejando una persistente sensación de pesadez.

Eso llevó a Brooke a reunirse con el Dr. Ayman Jamal del Abrazo Arizona Heart Hospital. Él le recetó un medicamento para ralentizar los latidos de su corazón. Y mientras su dolor desaparecía, las pruebas médicas revelaron un problema. Le dijeron que necesitaría uno o dos stents implantados en sus arterias.

Las noticias en realidad vinieron como un alivio. “No se trata sólo del estrés y la ansiedad”, pensó. “Hay algo que puedo hacer con esto”.

Brooke estaba familiarizada con la necesidad de un stent. Su madre recibió uno después de tener un ataque cardíaco unos seis meses antes. “Sabía que un stent no era gran cosa”, dice Brooke. “Pensé, terminemos con esto”.

Brooke tuvo la operación el 9 de diciembre en el hospital del corazón y solo tuvo que pasar la noche. “El Dr. Jamal es fenomenal. Mi arteria estaba 100 % bloqueada. La primera vez que caminé, sentí una mejora de inmediato”.

Hoy sigue su dieta y ejercicios con regularidad, va al gimnasio y camina 40 minutos al día con compañeros de trabajo cerca de su oficina.

Brooke no se ha olvidado de los problemas del corazón de su familia. Está haciendo planes para que se revisen los niveles de colesterol de sus hijas de 15 y 17 años.

Mientras tanto, dice que la vida es genial y agrega: “Me siento como un millón de dólares. Ahora, es una realidad cómo el colesterol alto afectó a mi cuerpo. Con el medicamento, el ejercicio y la dieta, llegaré a donde tengo que estar”.


Descargo de responsabilidad: El Dr. Ayman Jamal es un médico independiente y no un empleado, agente ni representante del Abrazo Arizona Heart Hospital. Es el único responsable de la prestación de sus servicios médicos a sus pacientes.